lunes, 25 de enero de 2010

PROLOGO


 

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Siempre pensé que la vida sin compromisos y complicaciones era lo mejor para mi, vivíamos una vida buena, mis padres siempre se habían hecho a la idea de que tenían dos hermosos y magníficos hijos pero la verdad es que no tenían idea de los problemas en los que se veían envueltos.


Mi hermano Anthony y yo éramos gemelos idénticos, y ende todas la cosas que hacíamos las planeábamos juntos, pero como siempre pasa, no por ser idénticos quería decir que tuviéramos los mismos sentimientos, yo era mas romántico mas solitario, solo me veía envuelto en algunas cosas, cuando tenía que pedalear alguna bicicleta de mi hermano, así era como él les decía a las docenas de chicas con las que el salía.


Anthony introvertido carismático cómico agradable, apuesto y muy buen partido para cualquiera de las chicas del instituto, muy pocos sabían que en realidad éramos dos, y no uno solo mi hermano siempre se había opuesto rotundamente a que nos colocaran en la misma escuela, según el, estando yo presenté no había con quien divertirse, le gustaban los retos y vaya que lo seguían las chicas, muchas de ellas prácticamente le lanzaban las bragas a su paso, ponían a San Antonio de cabeza solo para que les concediera el milagro de una cita con él, en realidad mi vida junto a la de mi hermano gemelo era agradable hasta que mi padre fue trasladado a un pueblo de los alrededores de Seattle Washington, Forks era uno de los pueblos mas lluviosos de los estados unidos y la verdad me agradaba el clima, me pasaba las tardes desde nuestra llegada, sentado al piano mirando el bosque que colindaba la enorme casa que mis papas había comprado.


Anthony ya había empezado la escuela porque tenía que ponerse al corriente de las materias que tenia atrasadas yo no tenía paciencia con él para ser su tutor, pues el problema no era mi hermano en si mas bien era el maldito teléfono celular que siempre llevaba colgado a la cintura en un estuche de cuerpo negro, era como si ese maldito aparato fuera parte de su vida, pues timbraba como si el respirara, no había forma de concentrarse cuando él estaba cerca.

Por más que quisiera no podía soportar el sonido de su celular y menos cuando de llegaba el fin de semana, el mismo primer día de su entrada a la nueva escuela,  el llego hasta donde yo me encontraba acomodando mi ropa y poniendo mis CD en orden y se tiro en mi cama.


___ Edward hermano te vengo a proponer la misión imposible de tu vida, seremos como el agente 007 en misión suicida, ¿Te interesa?


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